jueves, 23 de agosto de 2012

Poema La Mantis Religiosa de José Watanabe




Mi mirada cansada retrocedió desde el bosque azulado por el sol
hasta la mantis religiosa que permanecía inmóvil a 50 cm. de mis ojos.
Yo estaba tendido sobre las piedras calientes de la orilla del Chanchamayo
y ella seguía allí, inclinada, las manos contritas,
confiando excesivamente en su imitación de ramita o palito seco.
Quise atraparla, demostrarle que un ojo siempre nos descubre,
pero se desintegró entre mis dedos como una fina y quebradiza cáscara.
Una enciclopedia casual me explica ahora que yo había destruido
a un macho
vacío.
La enciclopedia refiere sin asombro que la historia fue así:
el macho, en su pequeña piedra, cantando y meneándose, llamando
hembra
y la hembra ya estaba aparecida a su lado,
acaso demasiado presta
Y dispuesta.
Duradero es el coito de las mantis.
En el beso
ella desliza una larga lengua tubular hasta el estómago de él
y por la lengua le gotea una saliva cáustica, un ácido,
que va licuándole los órganos
y el tejido del más distante vericueto interno, mientras le hace gozo,
y mientras le hace gozo la lengua lo absorbe, repasando
la extrema gota de sustancia del pie o del seso, y el macho
se continúa así de la suprema esquizofrenia de la cópula
a la muerte.
Y ya viéndolo cáscara, ella vuela, su lengua otra vez lengüita.
Las enciclopedias no conjeturan. Ésta tampoco supone qué última palabra
queda fijada para siempre en la boca abierta y muerta del macho.
Nosotros no debemos negar la posibilidad de una palabra
de agradecimiento.
 
 
La hormiga era hacendosa y trabajadora, y la cigarra no, le gustaba cantar y dormir, mientras la hormiga hacía sus labores.
Pasó el tiempo, y la hormiga trabajó y trabajó todo el verano, ahorró cuanto pudo, y en invierno, la cigarra se moría de frío, mientras la hormiga, tenia de todo...
¡Que hija de puta la hormiga!
 
La Cigarra llamó a la puerta de la Hormiga, que le dijo:
Cigarrita, cigarrita, si hubieras trabajado como yo, ahora no pasarías hambre ni frío... ¡¡y no le abrió la puerta!!

¿Quien ha escrito esto? Porque esto no es así; la hormiga ésta es una hija de la gran puta y una especuladora.
Y además, aquí no dice porque unos nacen cigarras y otros hormigas, y tampoco, que si naces cigarra estás jodido, y aquí, no lo cuenta.
 
Los lunes al sol.